Ir al contenido principal

Entradas

'Ciao' es quizás la palabra más bonita que ha inventado el ser humano.

    'Ciao' es quizás la palabra más bonita que ha inventado el ser humano. No por su morfología ni por su sonido, suena como el chapoteo desesperado de un pez moribundo que ha sido sacado del mar (y lo mira), lo es por su significado. 'Ciao' aúna en ella misma el candor de un encuentro fortuito y el vacío que deja atrás una despedida, pues, como ya sabréis, les sirve a los italianos para saludarse y decirse adiós.     Reflexiono de esta forma sentado en mi bañera mientras espero. Es muy bonito. Pienso también en los  que acaban con su vida de manera voluntaria. No pienso en ellos particularmente, si no en el instante en el que se dan cuenta de que su situación es irreversible. De que por mucho que lo intenten ya no pueden regresar a hace diez minutos. El momento exacto en el que el que lleva atado una piedra de 100 kg al tobillo se hunde a gran velocidad y mira hacia arriba. Lo que ve esa persona es el trasluz de un sol que sigue brillando tenue para los vivos, ...

Coincidencias

        A veces, más bien muy a menudo, me ocurre que aprendo, descubro o rememoro un término, una idea o un personaje, y este aparece en mi vida varias veces a raíz de esto.       No sé bien cuándo empezó, creo que desde pequeño, pero recuerdo ser niño y quedar muy impresionado por haber aprendido en el colegio el funcionamiento de la circulación sanguínea (siempre he sido muy aprensivo). Llegué después de esta clase a casa de mis abuelos y allí, comiendo el la mesa de granito de su cocina, un anuncio saltó precisamente sobre el colesterol, sobre lo dañino que era para el corazón y la circulación y sobre lo bueno que era para combatirlo el Danacol. Mi abuelo, al que siempre le ha gustado mucho la palabra “organismo”, dijo que hay que tener cuidado con la comida y el colesterol porque podía impedir que circulara bien la sangre por el organismo y entonces te podía dar un ictus y morirte o quedarte vegetal. Yo, que a mi corta edad no tenía mucha ide...

Así fue como me enteré de que mi tío José estaba muerto.

    Así fue como me enteré de que mi tío José estaba muerto. Estaba en mi sofá comiendo nachos con guacamole y viendo el Villarreal-Real Sociedad. En el descanso del partido miré el móvil y había un mensaje de mi madre. Me decía que el tío José estaba muerto. El tío José era el tío de mi madre, o sea que era en realidad mi tío abuelo. Llevaba sin verle ocho o nueve años y mi recuerdo de él era el de un hombre alto, gordo y calvo que bebía y comía mucho, hablaba muy alto y te saludaba con un golpe con la mano abierta entre las dos escápulas. No era un hombre muy agradable, pero le tenía cariño.     No me puse triste por su muerte. De hecho seguí comiendo nachos y ni siquiera contesté al mensaje. Cuando empezó el partido otra vez, el comentarista dijo algo que me recordó a mi tío recientemente muerto. Pensé en que cuando haces algo en tu vida lo suficientemente importante para tí, como morirte, esperas que a todo el que te rodea le parezca igual de importante. Seguro q...